A veces siento impulsos de no leer más la prensa diaria, tal vez usted me pregunta: ¿Por qué y hacia dónde vamos?

Todos los días, con mayor persistencia, los medios de información nos empapan con sangre, la televisión nos presenta imágenes horrorosas de cotidianos hechos criminales.

La humanidad se destruye por sí misma, en forma indiscriminada. Parece que ni las leyes podrán detener esta ola de homicidios, asaltos, secuestros, aniquilamiento al parecer incontrolables, violaciones, corrupción; están a la orden del día.

Lamentablemente al leer tales noticias en los quioscos, el alma se deprime y hasta se llega a creer que la prensa diaria tal vez como va hoy, está contribuyendo en gran proporción a agravar lo que vive la humanidad.

Es por ello, que la humanidad está perdiendo, el amor ferviente está muriendo, lo están matando a sabiendas, a sangre fría. En vez del amor, en el corazón de muchos hombres anida la maldad, la ambición, la venganza, el odio, y con ello, la sociedad marcha hacia su propio exterminio.

Ante esta sociedad, bajo el término de la modernidad y democracia que vivimos nos saca de la realidad. Como cristiano e hijo de Dios, por la fe y la confianza y del privilegio que tengo de comunicarme con mi Padre Celestial por medio de Nuestro Señor Jesucristo, estoy firmemente convencido en mi mente y en mi corazón para hacerle este REPORTAJE que, puede ser, el primero y el último. Bueno, así que con mucha reverencia a mi Dios el Creador del Universo, quien tiene TODO BAJO SU CONTROL. Empezamos.

JG.- ¡Oh Dios de mi salvación, inclina tu oído a mi clamor porque mi alma está hastiada de males. Señor, si he hallado gracia ante tus ojos, con reverencia y humillado me presento ante ti para expresarte mi inquietud, porque me encuentro muy preocupado por lo que veo cada día, que hay tanto desorden en el mundo tan convulsionado, donde la gente sigue matándose; el crimen de cada día con tanta violencia e inmoralidad, violaciones, corrupción, guerras y otras plagas, donde hay tanta injusticia aquí en la tierra, y parece que tú estás tan callado!

DIOS.- "No te impacientes a causa de los malignos. Deléitate en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón" (Salmos 37:1-3).

¡Escúchame hijo! Lo que pasa es que los hombres tienen oídos y no oyen. Hace muchos siglos, hablé y escribí sobre los problemas a que te refieres. Tú sabes que mi palabra es viva y eterna, para quienes quieren leerla, escuchar y aplicarla en su vida. Veo que no has leído Jeremías 5:21.

¿Qué es lo que tanto te preocupa?

JG.- Muchas cosas Señor. Por ejemplo, el enfrentamiento político donde muchas veces llegan a un nivel que da vergüenza con sus actitudes beligerantes, habiéndole dado al hombre el privilegio de gobernar la tierra; lamentablemente se ha visto que son incapaces de resolver los problemas.

DIOS.- ¿Esto es lo que tanto te preocupa hijo?

Uno de mis profetas, muy preocupado así como tú, claro que era en otro tiempo, escribió en su libro comenzando con una queja, que también veía injusticia y maldad en su propio país, pero yo permanecía silencioso e invisible.

JG.- Señor… Claro que lo he leído. Recuerdo que es Habacuc y él te pregunta por qué guardabas silencio mientras los malvados prosperaban.

Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; pero cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia". (Habacuc 1: 2-4).

DIOS.- Ya todo está dicho… hijo.

“A causa de la multitud de las violentos claman y se levantan por el poderío de los grandes”. (Job 35:9).

¡Cómo se ve que necesitas repasar la Biblia! A quién creas que se refiere cuando ya lo había dicho y hablado por la boca de Salomón: “Si un gobernante atiende la palabra mentirosa, todos sus servidores serán impíos”. (Proverbios 29:12)

JG.- ¡Sí Señor! Pero qué me dices de la injusticia, donde la lucha de poderes se agrava cada día, donde el principal actor de la corrupción y en democracia, es la sociedad, es decir, el propio ser humano.

DIOS.- Siglos atrás me había pronunciado sobre todos estos problemas en palabras de mis profetas. Te voy a recordar 3 ejemplos: dirigidos especialmente para Magistrados, Jueces, Autoridades superiores, que están en eminencia, ellos son mis servidores porque no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. (Romanos 13:3)

¿Qué te parece este de Isaías 1:23-24, 5:23?

“¡Ay de los que justifican al impío, mediante cohecho, y al justo quitan su derecho! Tus prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda. Por tanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos…, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios”.

Ahora referente al Poder Legislativo: Donde se olvidan que YO SOY EL AUTOR DE LA LEY Y EL ORDEN: “¡Ah de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía, para apartar del juicio a los pobres, y para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo, para despojar a las viudas, y robar a los huérfanos! ¿Y qué haréis en el día del castigo? ¿A quién os acogeréis para que os ayude, cuando venga de lejos el asolamiento? ¿En dónde dejaréis vuestra gloria?” (Isaías 10:1-3)

¿Habrá un justo que gobierne entre los hombres que gobierne en el temor de Dios? (2 Samuel 23:3).

“Que gobierne sus asuntos y defienda con justicia, y salvará a mi pueblo, por cuanto su clamor ha llegado hasta mi”. (Salmos 112:5, 1 Samuel 9:16).

“Si un gobernante atiende la palabra mentirosa, todos sus servidores serán impíos”. (Salmos 29:12)

“Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; mas cuando domina el impío, el pueblo gime”. (Proverbios 29:2)

“Del rey que juzga con verdad a los pobres, el trono será firme para siempre”. (Salmos 29:14)

Jehová vendrá a juicio contra los ancianos de mi pueblo.

JG.- Señor… todavía sigo preocupado. Por ejemplo, la guerra. Parece que los hombres no pueden vivir ni un solo día en paz.

DIOS.- ¡Claro! ¡Qué van a vivir en paz, si lo buscan donde no pueden hallarlo!

La paz viene de adentro del corazón. Si el individuo no está en paz primero consigo mismo y conmigo, tampoco podrá tener paz con sus semejantes.

Precisamente, una de las misiones que llevó mi Hijo a la tierra fue la paz. Paz que es más grande de lo que el hombre no puede entender. (Filipenses 4:7)

La paz, no se consigue en reuniones, tampoco en foros internacionales, sino en una comunicación íntima conmigo.

Mi Hijo Jesús fue claro, cuando dijo: “al irme la paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo”. (Juan 14:27)

JG.- ¡Señor! ¿Pero qué me dices de la injusticia, la opresión de la desigualdad del hombre y otros problemas sociales?

DIOS.- También sobre este problema he hablado bastante. Bueno, vamos a repasar la Biblia:

Todas las bienaventuranzas… ¿no te dicen nada? La lección del siervo injusto que estaba ahorcando a su compañero que le debía unos pesos, después de que el mismo fue condonado en su deuda por su señor.

Los pobres perseguidos, hambrientos, angustiados y maltratados, ellos son mi preferidos. Por eso no quise que mi Hijo Jesús fuera a vivir como un rico allá abajo. El ejemplo de su vida austera y pobre debería inspirar a todos a no hacer tesoros en la tierra, sino en el cielo donde la polilla no destruye, ni las cosas se echan a perder, ni los ladrones entrar a robar. (Lee Mateo 6:19-21)

¡Ahora, escucha hijo! En cuanto a la injusticia y la opresión, también mi Palabra es muy tajante: “Con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados con la medida con que medís, os será medido". (Mateo 7:2)

Siglos atrás me había también pronunciado sobre todos estos problemas, en palabras de mis profetas.

Te voy a recordar un par de ejemplos: ¿Qué te parece esta de Jeremías, sobre el salario injusto y las riquezas mal habido? ¡Ay de ti, que a base de maldad e injusticias construyes tu palacio y tus altos edificios, que haces trabajar a los demás sin pagarles sus salarios!

Tu padre gozó de la vida; pero actuaba con justicia y rectitud y por eso le fue bien. Defendía los derechos de los pobres y oprimidos, y por eso le fue bien. Eso es lo que se llama conocerme. Yo el Señor lo afirmo.

Pero tú solo te preocupa por las ganancias mal habidas, hacer morir al inocente, oprimes y explotas a tu pueblo. (Jeremías 22:13-17)

Y este otro ejemplo de mi profeta Amós:

¡Ay de ustedes, que convierten la justicia en amargura y arrojan por los suelos el derecho!

¡Ay de ustedes, que odian al defensor de la justicia y detestan al testigo honrado! Puesto que pisotean al pobre y le cobran impuestos de trigo, no podrán vivir en las casas de piedras que han construido, ni beberán el vino de los viñedos que han plantado. Yo conozco sus muchas maldades y sus pecados sin fin, oprimen al justo, reciben soborno y en los tribunales hacen que el pobre pierda su causa… Busquen el bien y no el mal, y vivirán; así será verdad lo que ustedes dicen: “Que el Señor el Dios Todopoderoso está con ustedes”. (Amós 5:7, 10-11,12 y 14).

JG.- Cuan grandes son tus obras. Quién como tú que te sientas en las alturas y que se humilla a mirar en el cielo y en la tierra.

Digo: ¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria, porque en su libre albedrío, el hombre necio no sabe, y el insensato no entiende esto?

Señor: ¿Qué me dices, de la destrucción que afecta el deterioro de la naturaleza, en este hogar que es la Tierra, donde vivimos y se extingue cada día gran variedad de especies de la flora y fauna, y la tala de los bosques del mundo, y aún los científicos hablan del cambio climático? Todo esto también me preocupa ya que viene generando el gran crecimiento poblacional por la compra de inmuebles.

DIOS.- Escúchame hijo. ¡Cómo se ve que necesitas nuevamente repasar la Biblia! ¿A quién crees que se refiere el salmista cuando dice: “De Jehová, es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan, porque él la fundó, sobre los mares; y lo afirmó sobre los ríos?” (Salmos 24:1-2) 

Siglos atrás, me había pronunciado por mi siervo Moisés, en Levítico 25:23 

Y en Números 35:34, dice:

“Al tiempo que señalaré, yo juzgaré rectamente, y allí os acordaréis de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os contaminasteis; y os aborreceréis a vosotros mismos a causa de todos vuestros pecados que cometisteis”. (Ezequiel 20:43).

JG.- Señor… Nunca he visto en estos últimos tiempos, donde la humanidad vive muy agitada, ver tanta inmoralidad y perversión en un mundo de tanto avance científico y tecnológico; ver todos los días donde los medios de información y la televisión nos presentan imágenes horrorosas, cotidianos hechos criminales, homicidios, asaltos, secuestros; parece que el mundo se va al caos, ver escases de alimentos, pobreza, parece que el mundo está a punto de presenciar el comienzo de grandes desgracias causadas por las más drásticas variaciones atmosféricas, terremotos, inundaciones y terribles calamidades de la historia.

¿Qué le está pasando al mundo?

DIOS.- Buena pregunta. ¿Esto es lo que ahora te preocupa hijo?

JG.- Sí Señor. A todo el mundo le gusta pensar en el futuro; confían en la astrología y sus horóscopos, están entretenidos con los celulares (que es como su única compañía y aleja la convivencia con la familia), y las redes sociales son tan populares entre muchas personas. Parece que los hombres no han sido capaces de controlar, respecto al futuro. Hasta puede haber una guerra nuclear.

DIOS.- Todo está en la Biblia, hijo.

Nuevamente te voy a recordar: Siglos atrás, me había pronunciado en palabras de mi profeta: “Pero tú Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará”. (Daniel 12:4)

Mi Hijo Jesús, les dejó un mensaje  final y de esperanza, cuando sus discípulos le preguntaban las señales de su VENIDA Y DEL FIN DEL SIGLO. Mateo 24, tiene una de las más extensas declaraciones. Aquí les da una clave: Él les dijo: Mirad que nadie os engañe porque muchos vendrán en mi nombre, yo soy el Cristo, y muchos serán engañados.

Y oiréis de guerras y rumores de guerras, nación contra nación y reino contra reino; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.

Habrá pestes y hambres y terremotos, catástrofes naturales (cada vez más frecuentes y trágicas), hambrunas, agravados por los trastornos económicos que sufre el mundo.

Y todo esto será principio de dolores.

Y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre, y se entregarán unos a otros y unos a otros se aborrecerán; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.

Mas el que persevera hasta el fin, este será salvo.

Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones y entonces vendrá el fin.

JG.- Señor… Muchos son los políticos, científicos, educadores, psicólogos, diplomáticos y religiosos que confiesan la confusión del siglo en que estamos viviendo, cuando se preguntan: ¿A dónde se dirige el mundo?

DIOS.- Muy buena pregunta hijo. Para terminar por hoy, porque tengo mucho qué hacer, te dejo con este último ejemplo:

Mi Hijo Jesús, acerca del futuro con extensas declaraciones, menciona claras señales que consisten en advertencia que precederán su Segunda Venida.

Él da UNA CLAVE muy importante: De la higuera aprended la parábola: “Cuando ya su rama está tierna y brotan sus hojas, sabéis que el verano está cerca”, (así lo registra Mateo 24:32).

Pero… ¿quién es la higuera? ISRAEL… mi pueblo… comenzó el 14 de mayo de 1948 cuando fue reconocido por todos los países como ESTADO DE ISRAEL.

Desde entonces, mi pueblo comienza a retornar de todos los continentes a su patria, su Tierra Prometida de Israel, y Jerusalén, la Ciudad Santa Capital de Israel. 

Por tanto, el regreso de los judíos a Israel en este tiempo, es un milagro de mayor dimensión que el Éxodo, acontecido hace más de 3,000 años.

Así se cumple la profecía de Isaías 43:5-7 que estaban anunciados en las escrituras, que la nación de Israel sería establecida en un solo día, confirmado con las palabras de JESÚS, cumpliéndose así hace miles de años.

Entonces, 1948, es un año clave de la profecía de restauración y sanidad espiritual de Israel, el “RELOJ PROFÉTICO DEL TIEMPO DE DIOS”.

¡Así es hijo! Como lo oyes.

JG.- ¡Señor! ¿Entonces en que tiempo creo yo, estamos viviendo en los últimos días que nos llevan a toda velocidad, al compás de los tiempos, hacia la medianoche, de lo cercano que está el mundo hacia un desastre y hecatombe nuclear, donde cada minuto representa un año?

DIOS.- Pero si mi Hijo Jesús dijo muy claro: “De la higuera aprended la parábola, cuando ya su rama está tierna y brotan los higos, sabéis que el verano está cerca.

Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre”. (Mateo 24: 32-39)

“Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis”. (Mateo 24:44)

Todo está escrito en la Biblia hijo. Es una de las fuentes de literatura, de grandes  tesoros al leer mi palabra, el Espíritu Santo te ayudará a entender y discernir la revelación de mi voluntad, donde podrás ver mi poder y sabiduría; revelados de mi pensamiento, mi misericordia, amor, redención, santidad y justicia.

JG.- Pues, tendré que leer la Biblia otra vez.

DIOS.- Hasta pronto hijo… y no te olvides de leer la Biblia. Y sigue proclamando el reino de los cielos y llamando para que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

Por Radio La Familia que he puesto en tus manos, para el cumplimiento de la visión y misión para testimonio que te he encomendado. “Estamos conectados”.

¡Este es mi último mensaje urgente! “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y VUÉLVASE A JEHOVÁ, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar”. (Isaías 55:7)

Y no temas, porque antes que te formase en el vientre de tu madre, te conocí, y antes que nacieses, te santifiqué y te llamé por tu nombre el 1° de mayo de 1963, para testimonio de que Yo Soy el Dios tuyo, fuera de mi no hay otro quien salve.

“No temas hijo, yo estoy contigo y tu descendencia, no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. (Isaías 41:10)

“Si alguno conspirase contra ti, y tus hijos, lo hará sin mí; el que contra ti conspirase, delante de ti caerá”. (Isaías 54:15)

Finalmente, cumple con transmitir la MEJOR NOTICIA para estos tiempos las Buenas Nuevas del Evangelio de Salvación, y presentando a mi Hijo Jesús El Cristo como la Única Esperanza y  Respuesta; porque él dice: Ciertamente vengo en breve.

¡Estamos conectados hijo!

JG.- Amén. Gracias Señor por tu tiempo. Seguiré hasta cuando tú lo determines y me llames a tu presencia.

Sí, ven, Señor Jesús. Amén. ¡Aleluya! (Apocalipsis 22:20)

jguardamino@radiolafamilia.com